El pasado martes 16 de mayo, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Reconocimiento a la Nación Charrúa por el genocidio de indígenas ocurrido en la Matanza de Salsipuedes por parte de tropas al mando de Rivera.
Intervención charrúa sobre Avenida Rivera, contra el genocidio de indígenas en Salsipuedes.
La lucha por el reconocimiento del genocidio charrúa no es muy conocida y data de muchos años. Los familiares de charrúas constituyen hoy casi el 5% de la población uruguaya, lo que serían unas 160.000 personas que dijeron tener origen indígena según el censo de 2011, con la mayor concentración de ese origen en Tacuarembó y Salto. Las agrupaciones descendientes de los indígenas en Uruguay están nucleadas en el Consejo de la Nación Charrúa de Uruguay (CONACHA), el cual está integrado actualmente por 10 organizaciones y comunidades que se encuentran en diferentes puntos del Uruguay.
Este mes, luego de muchas idas y venidas, el CONACHA logró llevar la discusión de su proyecto para reivindicar la ley 18.589 y la ratificación del Convenio 169 de la OIT en Uruguay al Parlamento. Este convenio constituye el principal instrumento internacional sobre derechos de los pueblos indígenas, y siempre ha sido un punto de queja para las organizaciones, quienes se han sentido discriminadas por el Estado uruguayo.
La exposición del tema estuvo a cargo de la diputada del Frente Amplio Stella Viel, quien comenzó su disertación afirmando que a pesar de la campaña de exterminio, la identidad indígena logró sobrevivir a través de “una memoria oral resistente que fue transmitida de generación en generación” y de la lucha de los movimientos indígenas uruguayos por hacer visibles sus demandas históricas. La diputada enumeró los logros obtenidos por el CONACHA hasta la fecha: la aprobación de la ley 18.589, la inclusión de dos preguntas sobre la ascendencia indígena por primera vez en el censo de 2011, la inclusión de la temática indígena en los nuevos programas de Primaria a partir de su participación en el Congreso Nacional de Educación y la inclusión de una representante del CONACHA en la Unidad Étnica Racial del Ministerio de Relaciones Exteriores como asesora de asuntos indígenas desde julio de 2014, entre otros méritos.
La diputada expresó que han habido avances pero aún queda pendiente la ratificación del Convenio 169 de la OIT: en nuestro continente “sólo Uruguay y Suriname no han ratificado dicho convenio”, en el cual se alude a los derechos al trabajo, al territorio, a la salud y educación de los pueblos indígenas, pero fundamentalmente, según Viel, al derecho a la no discriminación. La diputada solicitó la autorización para elevar el proyecto de ratificación a Presidencia, al Ministerio de Relaciones Exteriores y al Ministerio de Educación y Cultura, “con el fin de reconstruir nuestra historia, la verdad y la justicia para continuar avanzando”. Al finalizar, Viel agregó, dirigiéndose al periodismo, que no iba a hablar del genocidio en esa oportunidad.
El proyecto fue aprobado con 59 de 59 votos y fue festejado con gritos típicamente indígenas por todos los descendientes charrúas allí presentes. Al término de la votación, el diputado nacionalista Omar Lafluf tomó la palabra para destacar el trabajo realizado por el Grupo Cultural Charrúa de Río Negro, el cual ha conformado una editorial solidaria que ya ha publicado nueve libros.
En conversación con Fuente y Palabra, el diputado, quien fue Intendente de Río Negro por dos períodos, halagó al Grupo dirigido por Guillermo Bertullo y con sede en Fray Bentos, “quienes están haciendo un trabajo cultural muy bueno”.
El proyecto fue aprobado con 59 de 59 votos y fue festejado con gritos típicamente indígenas por todos los descendientes charrúas allí presentes. Al término de la votación, el diputado nacionalista Omar Lafluf tomó la palabra para destacar el trabajo realizado por el Grupo Cultural Charrúa de Río Negro, el cual ha conformado una editorial solidaria que ya ha publicado nueve libros.
En conversación con Fuente y Palabra, el diputado, quien fue Intendente de Río Negro por dos períodos, halagó al Grupo dirigido por Guillermo Bertullo y con sede en Fray Bentos, “quienes están haciendo un trabajo cultural muy bueno”.
En Choñik hay alrededor de 80 personas que vienen trabajando desde hace 14 años para rescatar y visibilizar a la cultura indígena en el Uruguay. La representante señaló que desde la comunidad se enviaron dos informes a las Naciones Unidas en tiempo y forma que “fueron muy importantes” porque permitieron ejercer “una presión sobre el Estado uruguayo” ya que éste no estaba preparado para organizarse. Ahora el Estado se comprometió a “ayudar a las culturas indígenas a recuperar su cultura” y que está “intentando entre comillas ayudar en estas problemáticas, pero lo que no quiere es el reconocimiento del artículo 169 que habla específicamente de tierras”. Surí admite que en la Constitución uruguaya está presente y también lo está en la OIT de las Naciones Unidas, y que por lo tanto debería ser reconocido por Uruguay. Sobre el proyecto presentado en el Parlamento, Surí apuntó: “la diputada no habló de genocidio porque eso hubiese sido muy polémico”.
Uno de los únicos reconocimientos a la historia indígena en nuestro país se celebra todos los 11 de abril, fecha en la que se conmemora el “Día de la Nación Charrúa y de la Identidad Indígena”, según la ley 18.589, la cual fue aprobada en setiembre de 2009. Es un recuerdo del ataque en Salsipuedes, el cual se dio ese día en 1831 contra indígenas por parte de tropas al mando de Fructuoso Rivera. En el ataque murieron al menos 40 charrúas y 300 fueron tomados prisioneros, algunos de los cuales pudieron huir, según la historiografía uruguaya. Este hecho fue un punto de inflexión en el exterminio del pueblo charrúa de Uruguay. Hoy, de esos 300, hay 160.000 descendientes. Los charrúas viven y luchan.
Nota por:
Tomás Gaeta
Josefina Mösle
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