A 100 años de la creación de La Cumparsita, Fuente y Palabra retrató la situación del tango en Montevideo.
El pasado viernes 5 de mayo el Palacio Salvo se vistió de recuerdos. “Viví Tango” se encargó de poner sobre la mesa una propuesta innovadora y ciertamente poco explotada en nuestro país: una fiesta de tango-fusión (una invención rioplatense de principios de siglo), fusionando generaciones.
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| Escultura de Carlos Gardel en Café Facal. Foto: Fuente y Palabra. |
“La Cumparsita”, sonido viajero que creció para ser el tango más conocido, fue reformulado este fin de semana por unos pocos jóvenes uruguayos. “Viví Tango” trajo cuatro músicos del SODRE y de la Filarmónica: Mike Hinkediker (percusionista), Valentín Corbo (violinista), Gastón Bentancor (violinista) y Gastón Modernel (oboe), y a un original dúo energético -MAKOR- que se ocupó del lado “electrónico” sin dejar de lado percusiones e instrumentos étnicos.
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| "Viví Tango" en el Palacio Salvo. Foto: Fuente y Palabra. |
“En realidad, esto surgió de las ganas de hacer algo por los 100 años de La Cumparsita”, explicó Gastón, uno de los violinistas del evento. “Fue La Cumparsita con variaciones. Él improvisó, yo improvisé, e hicimos algo sobre el tema. Nos reunimos un par de veces para armar las bases pero la idea siempre fue improvisar sobre eso, en el momento”. Sobre el tango-fusión en nuestro país, los músicos opinaron que “por lo general tenés espacios para crear sobre lo clásico, la electrónica o el tango, pero no hay espacios para hacerlo por separado. Lo que hicimos hoy no se da, la verdad”.
“Viví Tango” trajo consigo el contraste de dos estilos: tango y electrónica, y convocó dos públicos opuestos no sólo por sus gustos musicales, sino también por las generaciones a las que pertenecen. La propuesta buscó revitalizar el tango, acercándolo un poco más a los jóvenes uruguayos. Sin embargo, otra vez convocó a los mismos fieles seguidores. “Cuando tenía 12 o 13 años tenía una hoja para apuntar a qué hora cantaba Gardel. Lo escuchaba a él”, recordó melancólicamente Esther, de 73 años. “Esta propuesta me pareció linda; una cosa moderna. ¡Me gustó! Y eso que no soy mucho de esta música.”
Durante este año se cierra el ciclo del primer siglo de La Cumparsita, creada por el arquitecto Gerardo Hernán “Becho” Matos. La pieza fue presentada por Roberto Firpo por primera vez en abril de 1917 en el emblemático café La Giralda, que se ubicaba donde pocos años después se erigió el Palacio Salvo.
Museo del Tango La Cumparsita
Foto: Fuente y Palabra
Agustina Nieves es la encargada del Museo del Tango La Cumparsita dentro del emblemático Palacio. Explicó a Fuente y Palabra que éste tiene un público mayor (usualmente sobre los 40 años) y que constantemente encuentra dificultad en captar jóvenes. También comentó que el público uruguayo es el que menos acude. “Recibimos varios niños. Es lindo saber que contribuimos a que algún día les pueda gustar”. El museo, que se ocupa de difundir la segunda canción más versionada del mundo, también apuesta a mostrar La Cumparsita bajo distintas versiones creadas alrededor del mundo. Hoy, sólo queda que público lo visite.
A pesar de la rareza de “Viví Tango”, el género parece ser algo que muere con sus fanáticos. Lo que supo ser uno de los principales pilares culturales de nuestra sociedad -criando a grandes como Gardel- hoy no es más que un fantasma o una anécdota repetida. Pero el tango sigue luchando en el adn de los uruguayos. Como canta La Cumparsita: “Quien sabe si supieras, Que nunca te he olvidado. Volviendo a tu pasado, Te acordarás de mí”.
Nota por:
María Pía Amorín
Rosina de Armas
Nicole Descoueyte
El tango es paciente y te espera, me dijo mi primo hace más de 40 años y a este a su vez, se lo había dicho su padre. Mi padre sabía la letra de casi todos los tangos de Gardel, los cantaba a la par con la radio, y yo de "Botija" no podía entender y decía que el tango no me gustaba. Ahora es la música que más me gusta, aunque obviamente hay letras desactualizadas y que pertenecen a otro momento histórico.
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