El pasado 4 de mayo se presentó el cuaderno “Construcciones de la masculinidad hegemónica: una aproximación a su expresión en cifras”, a través del cual el Instituto Nacional de las Mujeres reafirma su postura con respecto a la igualdad de género orientada al hombre.
Diego Pieri, responsable del Sistema de Información de Inmujeres del Mides conversó con Fuente y Palabra. Foto: Tomás Gaeta.
“Género no es igual a mujer, género es la relación de mujeres y varones“, afirmó Diego Pieri, responsable del Sistema de Información de Inmujeres del Mides. “Ahora lo importante del Inmujeres es que tiene una línea muy fuerte de que los varones son el objetivo”. Para llevar a cabo el estudio se usaron registros administrativos de Unasev, INE, Ministerio del Interior, hogares y juventud para dar cuenta de cómo la estructura de poder de género promueve desigualdades en distintos ámbitos de la vida cotidiana. El trabajo tuvo apoyo del Ministerio de Desarrollo Social y del Fondo de Población de las Naciones Unidas.
La línea que sigue este estudio tiene que ver con “cómo los varones se pueden sumar al feminismo y al igualitarismo, ya que si no cambian ellos, que son quienes tienen el poder, es mucho más difícil que existan modificaciones de conducta”. Los hombres cargan con ciertas expectativas, especialmente a nivel económico —como por ejemplo “ser el proveedor del hogar y asegurar sustento a su familia”— las cuales terminan en una gran presión y eventualmente, en altos índices de suicidio, según señaló el jerarca.
En la práctica, el Inmujeres colabora con la Intendencia para asegurar el funcionamiento del sistema de tobilleras implementado en febrero de 2013, en el cual también participan la Justicia, que cumple el rol de aplicar la tobillera a una situación de violencia para asegurar el alejamiento, y la Policía, que se encarga de controlar que ese alejamiento sea efectivo para evitar una agresión. Por su parte, el Inmujeres “se encarga de asistir de forma multidisciplinaria a las mujeres en una situación de violencia, y a los varones con psicólogos y trabajadores sociales”, expresó Pieri. Después que termina el plazo de seguimiento, se eleva un informe al juzgado recomendando o no la desactivación de la tobillera.
Otras de las actividades que lleva adelante el Inmujeres son las campañas de concientización de la violencia en el noviazgo y a nivel de fútbol infantil, donde se fomenta la participación femenina y el fútbol mixto para romper barreras y estereotipos. Inmujeres, sin embargo, considera que la educación es una gran preocupación, tal como afirmó Pieri: “ese es uno de los problemas más grandes; cómo podría buscarse una salida, empezar a trabajar en roles no estereotipados”.
A pesar de esto, este año toda la prioridad presupuestal va para la lucha contra la violencia, que tiene un fuerte componente de masculinidad. “Se van a inaugurar servicios de atención a varones en casi todos los departamentos, no sólo para los que tienen tobillera sino para los que deciden por motus propio ir. Para hombres hay un servicio de la Intendencia que ya está funcionando en Montevideo”, subrayó el jerarca. No obstante, sólo alrededor de 15 hombres terminaron las sesiones de asistencia, mientras las cifras de denuncias por violencia doméstica se elevan hasta casi 30 mil, según el Ministerio del Interior. “Había una mujer que sufría violencia e iba todas las semanas a consulta con la psiquiatra, con la psicóloga, y en un momento decía: ‘no entiendo por qué yo tengo que estar haciendo todo esto cuando a mí no me pasa nada, yo no tengo ningún problema, el que debería estar haciendo terapia es mi pareja, lo único que quiero es que no me pegue más’”, relata Pieri.
En conversación con Fuente y Palabra, la directora de la División Asesoría para la Igualdad de Género, Patricia González Viñoly asegura que la Intendencia no tiene ningún plan en cuanto a los problemas de masculinidades. “No es urgente. Las mujeres mueren, eso sí es más urgente. No es que no sea importante, pero masculinidades es más a largo plazo”.
Desde marzo de este año, la Intendencia duplicó el presupuesto destinado a la Asesoría para la Igualdad de Género con el fin de mejorar el servicio de atención a mujeres. El objetivo es que todas las acciones de la Intendencia tengan perspectiva de género. Es por esto que se crea el 3er Plan de Igualdad de Género, el cual apunta no sólo a objetivos generales y díficiles de alcanzar tales como la equidad de género, sino también metas menos ambiciosas, como campañas en el transporte, ponerle nombres de mujeres a las plazas y organizar eventos culturales que incorporen esta perspectiva. “No existen las políticas neutrales en género”, explica González, “la desigualdad está en el sistema”.
En el próximo año, las campañas de la Intendencia estarán focalizadas en erradicar el acoso callejero. “¿Como mujer, te sentís segura en una calle que no está iluminada? ¿Verdad que te tomás un taxi por tres cuadras? En cambio el hombre no. Se baja del bondi, va a su casa, una cuadra oscura no le cambia la vida, pero a una mujer sí”, remata la directora.
El 3er Plan de Igualdad de Género define a las masculinidades como el “conjunto de características, valores y comportamientos que una sociedad impone como el “deber ser" de un hombre. La masculinidad hegemónica está asociada directamente con el patriarcado como lógica de relación y de comprensión del mundo, donde el varón es más valorado socialmente y goza de privilegios”.
Nota por:
Josefina Mösle
Tomás Gaeta
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